José Luis inició
sus estudios en Socuéllamos (Ciudad Real), pero se trasladó a un colegio en Madrid a los
siete años. A los once fue internado en un colegio para sordomudos en Astorga
(León), donde le enseñaron a leer y a escribir, y allí estuvo hasta los 18 años.
¿Cómo
empezó tu enfermedad?
Con
diecisiete años comencé a encontrarme mal y me diagnosticaron de una
enfermedad renal crónica terminal, por lo que tuve que empezar diálisis. A los
veinte años recibí mi primer trasplante renal.
¿Qué
sentiste al saber que estabas enfermo?
La
diálisis no me gustaba, pero me puse muy contento cuando me pude trasplantar. A los 46 años volví a a diálisis y comprobé que la diálisis había cambiado mucho, no tenía nada que ver con
la de antes. La diálisis de antes no conseguía que te encontraras bien, estabas
mareado, vomitabas, te sentías débil... La diálisis de ahora es muy diferente.
¿Es
distinta la enfermedad siendo sordomudo? ¿Qué dificultades encuentras?
Nunca
he pensado si llevo peor la enfermedad siendo sordomudo. Yo voy, hago mis
cosas... No tengo ningún problema en comunicarme con los médicos y las
enfermeras. A veces me aburro en diálisis y me siento aislado, pero me duermo,
me tomo el bocadillo, pienso en mis proyectos y el tiempo pasa.
¿Qué
haces en tu tiempo libre?
(Jacinto, su intérprete, nos explica que el
suministro eléctrico en España converge en un anillo que se encuentra en la zona de León, donde José Luis acudía de pequeño en sus ratos libres, observaba y estudiaba las
líneas de alta tensión, conocía a gente. Tan grande ha sido la afición de José
Luis por la electricidad que se ha formado de manera autodidacta).
Realizo maquetas a escala y he asistido a múltiples exposiciones, como la de la Feria de
Energía de Puertollano (Ciudad Real), junto a Unión Fenosa e Iberdrola. Tengo una página web: artemaqueta.es.
¿Qué proyectos tienes para el futuro?
Mi ilusión es hacer un Museo de la Electricidad, para lo que estoy recopilando
material desde hace años.